1634 … Las voluptuosas lenguas de las llamas de la guerra abrasan el corazón de los hombres… Se mata por la fe, por la riqueza, por el poder, por la gloria … Una puerta hacia los Infiernos se abrió bajo el lodo y los escombros. Y la atraviesan por decenas. Misioneros, conquistadores, colonos, soldados, grandes capitanes…
Abajo les espera un Nuevo Mundo. Un mundo de esperanza, un mundo que hay que conquistar, un mundo donde edificar. Un mundo poblado de demonios que no piensan ceder ni una pulgada de su territorio. Un mundo invadido por otros humanos, venidos de Oriente para encontrar el resultado de su mística búsqueda. Un mundo donde se esconden criaturas innombrables, perdidas para toda humanidad. Este mundo, es el de Hell Dorado.

Aunque la introducción que he puesto está un pelín desfasada ya que el trasfondo del juego ha avanzado hasta el año 1635, creo que es una buena manera de recordar de que iba Hell Dorado, ese juego de miniaturas que por problemas con su editorial materna apenas tuvo tiempo de vivir una época de bonanza en nuestro país. Ahora que, después de mucho tiempo de espera, Cipher Studio por fin da salida a los starter de cada Compañía, voy a hacer un pequeño análisis a ver que tal están presentando el juego: