27/7/10

España 1936

Y por fin la última entrega de juegos de mesa de Devir que fueron presentados en el III Salón del Manga de Tenerife. Esta vez se trata de:





FICHA TÉCNICA
-Diseñado por: Antonio Catalán
-Publicado por: Devir (ES)
-Precio: 36€
-Categoría: Básico

-Jugadores: 2
-Duración estimada: 150 mins.

-Fundas protectoras: Ultra-Pro New Standard (66mm x 91mm)
-Módulo Vassal/Cyberboard: /No
-Web: Página de Devir
-Resumen de S. S. RPG: 

La confrontación bélica más despiadada que ha habido en España comenzó con la sublevación del ejército de África el día 17 de julio de 1936. Este golpe culminó un periodo de turbulentas luchas políticas en un país polarizado entre dos bandos antagónicos, uno republicano e izquierdista y otro monárquico y derechista. Se trataba de un conflicto que hundía sus raíces históricas en la Guerra de la Independencia, pero que en todo caso alcanzó su paroxismo después de la proclamación de la II República (14 de abril de 1931) y la victoria electoral del Frente Popular (16 de febrero de 1936), coalición de partidos progesistas a la que se opuso otra de signo contrario.

Ramón Sarobe en "Breve Historia del conflicto" para el juego España 1936

España 1936 es un wargame español que recrea la guerra civil española. Su mecánica se basa en la gestión de cartas en mano y en el juicioso uso de diversas fichas de combate que representan de forma abstracta el número, la potencia de fuego y el entrenamiento militar de los soldados y milicias en juego.

Cada jugador controlará a uno de los dos bandos, republicanos o nacionalistas, teniendo a disposición una zona de juego desde la que controlar sus aviones, generales, puntos de reemplazo (refuerzos) y dos mazos de cartas divididos en bienios (1936-1937 y 1938-1939) que representan algunos de los acontecimientos más destacables de la guerra y ciertos supuestos históricos que añaden novedad para aquellos amantes de la historia militar que se saben al dedillo el transcurso de esta guerra.

El juego se desarrolla sobre un bonito mapa que representa, como no, a España. El propio diseñador del juego comenta en el reglamento que dicho mapa está inspirado en uno auténtico de 1936 de ahí el uso de los colores y del escudo en la parte inferior izquierda.

Como nota personal, mi novia comentó que el tablero le recordaba a esos mapas antiguos colgados en las escuelas hace ya muchos años. Acertó de pleno sin haberse leído las notas de diseño.


Existen varias condiciones de victoria que van desde la simple y llana conquista, que consiste en capturar 8 ciudades objetivo (sombreadas de un color amarillento) como muestran las columnas republicanas y nacionalistas en la parte inferior-derecha del tablero, hasta ciertos factores que incluyen la conquista de Madrid a manos del bando nacionalista antes del inicio del 4º turno o el control de Barcelona, Madrid y Sevilla.

Para desarrollar los combates se utilizarán unas fichas de combate y tiradas de dados que pueden ser modificadas con la ayuda de cartas de evento. El sistema es simple pero tiene detalle, el único problema que puede aparecer es que en un mismo cajetín (esas casillas rojiazules que veis en el mapa) se junten demasiadas fichas de combate, generales, aviones y/o tanques. Sin embargo, para solucionar ese problema disponemos de una hoja de combate en la que desplegar cómodamente a los efectivos (aunque personalmente rara vez la uso)

He aquí los contadores y las zonas de juego. Fijaos que el valor numérico de cada ficha de combate es el número de dados que se lanzarán para determinar el éxito en la batalla.

El juego guarda un gran equilibrio entre accesibilidad (mecánicas sencillas y rápidas de aprender) y recreación (gracias a los eventos). De hecho, existe un modo de juego en el que las cartas de evento se ordenan de determinada forma y se juegan siguiendo ese orden en cada turno, aplicando una rigidez necesaria a las decisiones de los jugadores si se quiere una cronología histórica lo más exacta posible.

Y respecto a los componentes, sencillamente consiguen el aprobado. Las cartas están bien, pero los contadores son algo finos y pueden deteriorarse si no se tratan con cuidado.

El juego en sí es recomendable si te gusta el formato tablero, la historia y los wargames, pero existe un competidor muy bueno en lo que a temática se refiere. Se trata de 1936: Guerra Civil, un juego de cartas que tiene una documentación soberbia y mucho detalle en lo que se refiere al aspecto didáctico. Sinceramente, recomendaría tanto uno como otro si el tema te interesa pero el Guerra Civil 1936 presenta una serie de ventajas que ya tendré tiempo de analizar por aquí, de momento basta con decir que:
  1. Tiene mayor calidad en lo que a ilustraciones se refiere, siendo una baza que el juego cite las fuentes de donde se han extraído las fotografías e imágenes.
  2. Es un juego de cartas por lo que requiere relativamente menos espacio para jugar.
  3. El juego puede ser jugado por hasta 4 jugadores.
Eso sí, la gracia de manejar tropas, capturar ciudades y toda la parafernalia que conlleva un wargame que requiere el manejo de un ejército, no se la quita al España 1936.

Azar: 3 de 5
Ambientación: 4 de 5
Complejidad: 3,5 de 5
Componentes: 3 de 5
Interacción: 4 de 5
Reglamento: 3 de 5

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo ambos juegos y puedo decirte que estoy radicalmente en contra de tu punto de vista.

España 1936 es, en mi opinión, mucho más jugable.

Wolf Silvermoon dijo...

Saludos

Entiendo que puedas diferir de mi punto de vista pero no se de donde extrapolas que digo que uno u otro sea más jugable que su "competidor".

Dónde único comparo a ambos juegos es al final y sólo digo del Guerra Civil 1936 que tiene mejor calidad y cantidad de ilustraciones, que requiere algo menos de espacio para jugar y que es un juego que puede ser jugado por hasta cuatro jugadores cosa que el España 1936 en principio no permite (ahora, si se quiere dividir el manejo de las tropas de un bando entre varios jugadores eso es cosa de cada uno).

¡Un saludo!

OestePURPURA dijo...

Interesante juego y reseña. Sólamente añadir un "pero". En realidad ese mapa no es del todo correcto. Si es cierto que se parece a 'esos' que había en las escuelas, pero intencionadamente se ha omitido una diferenciación bien clara: durante la II República, como durante 100 años antes y otros tantos después, España no estaba dividida solo en provincias, sino que esas mismas provincias se agrupaban en regiones, tal y como en 1833 fueron creados ambas delimitaciones.

Para que el mapa fuera correcto, las divisiones regionales tendrían que notarse. Es decir, que la linea entre las provincias gallegas, las extremeñas o las leonesas tiene que ser de un grosor menor de las que separan provincias de otras regiones.

Parece un dato valadí, pero recordemos que no lo es, dado que en esa fecha, Cataluña y Euskadi había obtenido su autonomía regional, así como Galicia y otras regiones iban camino de lo mismo.


Aunque sólo sea un juego, es interesante recordar que se basa en nuestra historia pasada.